El Tío Lobo con el chucuri
Cierto día el chucuri cantaba muy bonito mientras recogía leña en el bosque. El lobo se acercó y le dice ´ sobrino-wambra, ¿porqué estás cantando, qué tienes de feliz?, avísame. El chucuri dice que no tiene nada, pero el lobo seguía insistiendo y el sobrino se vio obligado a decirle que tenía un venado para comérselo. Y resulta que el lobo se tragó la presa. Cuando todavía no termina, el chucuri dice: ´siquiera las tripas dejarás para mí´.
El lobo contesta: ´¡soga también para mi mujer no tengo!´. ´Las patas siquiera, ¡déjame!´ Y el lobo: ´para mi mujer no tengo soplador de la candela´. ´La cabeza siquiera, ¡déjame!´, le suplicó nuevamente el chucuri. Pero el lobo no quería, justificando: ´¡piedra de candela para el fogón de mi mujer también no tengo!´
El lobo sintió mucha sed por la cantidad de carne que comíó y le dice al sobrino si había agua por aquel lugar y le manda a traer agua al chucuri. Éste le manda a abrir la boda en la cañería del agua, el lobo saboreando la abundante rica agua y en el agua venía el chucuri y le entró por la boca del lobo, lo mató y se salió por el ano.
El chucuri mató al Tío Lobo vengándose por el venado que le quitó y que no le dio ni siquiera un pedazo.