el Tío Lobo y el sobrino conejo
Un día el lobo regresaba de la montaña, traía trago, miel de caña y fiambre para el camino, y otro poco para compartirlo con su familia. En el camino se encuentra con un conejo muerto, pero no le hace caso. Por tercera vez aparece ante sus ojos el cadáver de su sobrino. Esta vez, un poco más adelante, decidió regresar para comérselo. Dejó su equipaje en el camino y se regresó, pero no encontró nada en el sitio donde antes lo vio muerto. Se siguió regresando donde había visto el anterior, pero tampoco lo encontró.
El asunto es, que el conejo bandido se hizo el muerto para que el lobo deje lo que llevaba. En vez del equipaje dejó llenando con hojas secas. Y el lobo sin darse cuenta, cargó sus cosas y siguió su camino. En la casa quiso repartir los regalos a sus hijos y a su señora y ya no encontró nada bueno, tuvo mucha ira y resolvió vengarse.
El lobo fue engañado por ser egoísta.